martes, 20 de enero de 2015

No me gusta mudarme

Hace dos años tuve que mudarme de ciudad e incluso de País, hace dos años deje atrás mi querida Punta Arenas y también deje mi bello País, Chile. Hoy luego de vivir dos maravillosos años en Wollongong, Australia nuevamente llega el tiempo de mudarme y no deja de ser difícil y triste. Para la sorpresa de muchos no vuelvo a mi País aún, sino que me mudo a Sydney (que debo aclarar no es la capital de Aussieland) a pasar una temporada estudiando en SMBC (Sydney Missionary & Bible College), y si bien me pone sumamente feliz a la vez me siento nostálgica de dejar la ciudad que me enseño a como es vivir en Australia.
He orado, ciertamente lo he hecho para recibir consuelo de la única persona que me puede entender. Nunca me ha gustado mudarme y dejar atrás lugares y amistades que me traen tan buenos recuerdos, creo que en especial es la idea de tomar las pocas cosas que tengo (simbólico no literal, siempre acarreo conmigo muchos libros) y así de simple mudarme. Quizás muchos estarían agradecidos al hecho de cambiarse de casa o ciudad y solo llevar consigo un par de maletas y un par de cajas y listo, pero la verdad para mi no lo es.
Ya he perdido la cuenta de cuantas veces me he mudado, quizás unas 8 veces esta seria la número 9, debería ser mas fácil, verdad?
Creo que lo más difícil es que con mudarme viene el sentimiento de que no pertenezco a ninguna parte, que no hay tiempo suficiente para pertenece a un grupo de amigos, porque no hay tiempo de profundizar amistades (no estoy diciendo que no las tengas porque Dios ha sido bueno conmigo dandome buenos amigos) o la idea de que no poseo nada, no tengo una casa, solo mis maletas y mis libros como siempre digo.
Al pensar en este sentimiento me doy cuenta de que no es algo fuera de lugar sentirme así o anti santo para una hija de Dios, creo que fue el quien nos creo con la necesidad de pertenecer a un lugar, sentirse identificado con algo o alguien, y tengo la certeza que en el plan original ese lugar, algo y alguien era Él.

He pensando este tiempo, a donde pertenezco?, tengo algún lugar? esta mi identidad en una ciudad, país o amigos?
La verdad es que son en estos momentos de nostalgia, estos momentos donde tomo mis maletas y libros y cambio de ciudad, amigos e iglesia donde estoy mas consciente de mi identidad en Cristo.
Por que si pertenezco a un lugar, aunque ese lugar no este en este mundo, si tengo un hogar y una ciudadania en los cielos, y si me entristece saber que no tengo nada mas que mis libros pero al final de todo, cuando vaya al lugar al cual pertenezco no llevaré nada.

Se a quien pertenezco, pertenezco a Cristo y tengo la certeza que una vez mas él va conmigo, no voy sola, nunca me he mudado sola, Él siempre ha ido delante de mi, es él quien transforma cada nuevo lugar en mi hogar, cada nueva iglesia y amigos en familia, porque mi hogar es donde esta él y Él es omnipresente yay!

Aún escribiendo estas palabras tengo un nudo en mi garganta porque al escribirlas es una forma de animarme a mi misma de que todo estará bien y será mi buen Padre nuevamente quien me sorprenderá con una nueva comunidad y me ayudará a mirar hacia el futuro y dando gracias por el pasado, dando gracias por estos dos años en Wollongong y el ministerio en el que me permitió servirle pero siempre mirando hacia el futuro recordando donde pertenezco, pertenezco a Cristo :)

'Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos[c] por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo'
1 Pedro 1:3-5

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