Durante la semana pasada en la bella ciudad de Punta Arenas, nevó, nevó y nevó mucho, Las lagunas se congelaron y todo en realidad se congelo, suceso que mereció un par de resbaladas en la calle, pero ¡tranquilos! no me caí solo que por un segundo entre la risa y la inestabilidad (causada por el hielo) pude ver mis piernas como verdadera gelatina, lo peor no era eso sino que la risa no me permitía sostenerme. Pero ¡no caí!
Bueno el sábado amablemente fui invitada por la querida Familia Morrison a un parque llamado "Maria Betty" donde hay un lago que se congela completamente y puede patinar...
Fuimos con un trineo especial para la ocasión y la pasamos muy bien (Wiiiii) terminamos la jornada con un rico chocolate caliente y muertos de frío.
Como siempre digo realmente siempre es una bendición estar acá en Punta Arenas y hacer todas las cosas que tanto me gustan, servir a Dios con mi vida y estar en un lugar donde se puede apreciar la creación y al Creador en su máximo esplendor. ¿Acaso podría desear algo mas? ¡Gracias Dios por tus innumerables regalos que definitivamente no merezco!
Algunas fotos:


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